"Cuenta la tradición que el héroe Eneas, hijo del mortal Anquises y de la diosa Venus (diosa romana de la belleza), salió de la cuidad de Troya cuando ésta cayó bajo la dominación griega tras una larga y penosa guerra.
Habiendo perdido a su esposa Creusa en medio del saqueo y el terror griego, Eneas abandonó la cuidad, llevando en brazos a su hijo Ascanio y a su padre sobre sus hombros, y, por indicación de Venus, inició un largo viaje en busca de un lugar donde fundar una nueva patria.
Así, y tras un largo periplo por el Mediterráneo, Eneas llegó a Hesperia y fue recibido por el rey Latino, que habitaba en la región del Lacio. Este rey había sido aconsejado por un oráculo divino, que le indicó que debía entregar a su hija a un extranjero. Y Latino cumplió el designio y otorgó su hija Lavinia a Eneas, el cual la convirtió en su esposa.
Esta boda trajo complicaciones, pues Turno, antiguo pretendiente de Lavinia, se sintió ofendido y quiso vengarse del ultraje atacando a Eneas, el cual resultó vencedor tras una cruenta lucha. Después de la batalla llegó la calma y Eneas fundó una nueva ciudad llamada Lavinium en recuerdo a su esposa.
A la muerte de Eneas, le sucedió en el mando su hijo Ascanio, que un tiempo después fundó la ciudad de Alba Longa e inició una dinastía real abana muy duradera.
Procas, uno de los reyes de la dinastía, tuvo dos hijos, Numitor y Amulio. Entre ellos surgió una disputa por celos y envidias, a raíz de la cual, Numitor, que era el legítimo rey por ser el mayor, fue destronado por su hermano. Amulio no soló mandó asesinar a los hijos varones de su hermano, sino que, además, convirtió a la única hija de Numitor, Rea Silvia, en sacerdotisa vestal, para asegurarse de que el linaje de su hermano quedara sin descendencia.
Sin embargo, no sucedió así. Pues de nuevo, intervino una divinad: Marte, dios de la guerra. Este dios se enamoró de Rea Silva y engendró en ella a los gemelos Rómulo y Remo.
Marte, dios romano de la guerra (Ares en mitología griega)
En cuanto Amulio se enteró del nacimiento de los niños, lleno de furia y con ánimo cruel, encarceló a Rea Silvia y arrojó a los recién nacidos al Tíber. Pero la providencia hizo que una loba, al oír el llanto de los niños, se acercara y los amantara.
La loba se hizo cargo de los pequeños hasta que estos fueron recogidos por un pastor llamado Fáustulo, el cual llevó a los niños a su casa y los entregó a su esposa Laurencia para que los criara y educara.
Cuando Rómulo y Remo cumplieron dieciocho años, Fáustulo le reveló su origen y los dos hermanos decidieron vengar todas las atrocidades que había sufrido su familia. Y por ello desterraron a Amulio y devolvieron el trono a su abuelo Numitor.
DEspués, Rómulo y Remo, decidieron fundar una nueva cuidad en el mismo lugar donde fueron recogidos y amamantados por la loba, es decir, a orillas del río Tíber. Pero de nuevo surgieron las disputas por el poder y se repetía la historia de Numitor y Amulio. Entonces, y para que los dioses escogiesen quién de los dos hermanos sería el rey de la nueva ciudad, decidieron consultar los auspicios divinos. Para ellos, observaron el paso de unas aves: Remo, el primero, subió al monte Aventino y desde allí vio seis buitres; pero Rómulo, al mismo tiempo, pero desde el monte Palatino, vio doce buitres.
Así, Rómulo fue el designado por los dioses. Inmediatamente trazó un surco en la tierra con un arado y señaló así los límites de la nueva ciudad en torno al monte Palatino. Al tiempo que efectuaba la marca, amenazó con la muerte a cualquier persona que osara traspasar el límite sagrado. Y, su hermano Remo, riendo y burlándose, lo traspasó, lo cual ocasionó que Rómulo, enfurecido, lo matase. De este modo, Rómulo fue el único rey de la nueva ciudad: Roma."
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